Hola,
El pasado fin de semana hicimos una escapada junto a una pareja de amigos a Logroño. Nunca habíamos estado y nos ha parecido un viaje muy aconsejable, más aún si os gusta el buen vino y la gastronomía como es nuestro caso... Para la cena del viernes, nos habían recomendado ir al Rincón de Alberto, en la Calle Laurel, la más famosa de Logroño por estar repleta de bares donde degustar gran variedad de pinchos. Tal recomendación vino de dos fuentes totalmente diferentes, así que si varias personas sugerían que fuésemos allí, tenía que ser porque realmente merecía la pena. Pues bien, reservamos una mesa llamando el propio viernes y después de ver el tamaño del restaurante, he de decir que tuvimos mucha suerte ya que el local es más bien pequeño con 3 ó 4 mesas altas a la izquierda solamente. Alberto, el propietario, nos trajo la carta y nos comentó los platos con los que contaban fuera de carta ese día, que eran bastantes más de los que aparecían en la propia carta por lo que la decisión de qué pedir no parecía fácil ni rápida...
 |
Entrada al restaurante "El Rincón de Alberto" |
 |
Carta del restaurante |
Al final nos decantamos por dejarnos aconsejar directamente, así que le pedimos que nos sugiriese el menú completo. Nos propuso: ensalada de tomate con ventresca, revuelto de boletus, pimientos asados y chuletón de vaca gallega. Como comentario general aplicable a los cuatro platos, hay que destacar la calidad de la materia prima. El tomate venía ya aliñado y tenía un sabor excepcional, con ese toque crujiente al morderlo que indica que está en su justo punto de maduración.
 |
Tomate con ventresca |
|
|
|
El revuelto nos sorprendió muy gratamente, en especial por su textura: el huevo estaba bien cuajado pero al mismo tiempo el revuelto era cremoso, lo que unido al sabor inconfundible de los boletus lo hacía realmente delicioso.
 |
Revuelto de boletus |
En cuanto a los pimientos, venían "simplemente" asados: estaban especialmente suaves lo que los hacía muy agradables, y lo digo yo que personalmente no me declaro muy amante de ellos!
 |
Pimientos asados |
La chuleta espectacular: nos la trajo a la mesa antes de cocinarla y ya se podía confirmar que había sido una gran elección: una chuleta de casi 2 kg de la cual dejamos únicamente lo que no se podía comer; en cuanto al punto, perfecto.
 |
Chuleta gallega |
Para acompañar el menú, nuevamente nos dejamos aconsejar y nos sirvieron las dos botellas de las fotos. Hubo diversidad de opiniones, en mi caso me gustó más el "Cifras".
Por último, de postre probamos la torrija y las trufas de chocolate blanco. De nuevo la torrija fue toda una sorpresa: muy suave y dulce pero sin llegar a empalagar, realmente rica. Las trufas también estaban buenas, pero si tuviese que escoger el plato que menos me gustó, serían las trufas.
 |
Torrija |
 |
Trufas de chocolate blanco |
Unos cafés y unos digestivos, y dimos la cena por concluida. El restaurante no nos defraudó: la cuidada cocina y la cercana atención de su dueño ayudaron a que la velada fuese muy amena. Sin duda las recomendaciones fueron de lo más acertadas y yo misma lo recomiendo a todo aquel que tenga oportunidad de ir.
Nos quedan un par de entradas más por preparar del fin de semana en Logroño, las publicaremos en los próximo días.
Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario